Por C.R.Luismël
(Publicado originalmente el 11 de junio de 2018, ahora rescatado para mi blog.)
El idioma español, o castellano, se habló por primera vez en lo que hoy es Estados Unidos en 1565, en San Agustín, Florida.
Así mismo, hay estados y ciudades que conservan hasta el día de hoy sus nombres en español: piensa en Texas, Nuevo México, Arizona, California, con ciudades como San Francisco, Sacramento, Los Ángeles, San Antonio, Laredo, Amarillo…
Así que, “¡que no me vengáis a decir que no se puede hablar español en la tierra de la libertad!”
(Léase con acento ibérico peninsular, para mayor efecto).
Y recordemos también que por aquí anduvieron los franceses, quienes nombraron ciudades como Nueva Orleans, Louisiana, Baton Rouge, Detroit, Charlotte, Des Moines, entre otras. E incluso los holandeses fundaron Nueva Ámsterdam, que posteriormente se llamó Nueva York.
De hecho, hasta hoy, la Constitución de los EE.UU. nunca ha establecido un idioma oficial. El inglés es un idioma de facto, simplemente por prevalencia histórica. Por eso los estados tienen la potestad de determinar qué lenguas se pueden emplear oficialmente.
En el sur de la Florida, por ejemplo, es común encontrar anuncios y documentos oficiales en tres idiomas: inglés, español y creol haitiano.
Estados Unidos no tiene un idioma oficial — y eso aún no ha cambiado.
¿Cambiará algún día? El tiempo lo dirá.
— LMCR
2018.06.11
