Una reflexión, desde mi residencia en Lima
Esta noche, trabajadores de limpieza pública de mi distrito tocaron el timbre de mi casa. Fue una sorpresa, ya que a esa hora no es común que alguien llame. Gracias a nuestro sistema de cámaras de seguridad, pudimos ver de quién se trataba, y decidí salir a averiguar, con todas las precauciones del caso.
Me enteré entonces de que, en algunos distritos de Lima, los trabajadores municipales están yendo casa por casa solicitando una colaboración voluntaria por Fiestas Patrias. Vienen uniformados y en vehículos del municipio, usualmente camiones de recolección de basura o cisternas de agua.
Esto me dejó pensando. ¿No se supone que los sueldos y beneficios de estos trabajadores deben salir de lo que todos pagamos en impuestos y arbitrios? Si no es así, solo hay dos explicaciones: o la población no está cumpliendo con sus obligaciones tributarias, o el dinero no se está administrando como debería.
Sentí preocupación por este asunto. Estas personas realizan algunos de los trabajos más duros, al servicio directo de la comunidad. Hablamos de barrenderos, personal de mantenimiento de parques y jardines, recolectores de desperdicios, ¡Con sus propias manos!, entre otros. Y aun así, tienen que salir a pedir apoyo.
Como peruano que ha tenido la oportunidad de migrar, no puedo evitar comparar. En muchos países desarrollados, quienes hacen este tipo de trabajo tienen sueldos y beneficios justos. Por ejemplo, en Estados Unidos, un bombero no es voluntario: es un profesional capacitado, también paramédico, y recibe un salario digno por su labor.
¿La diferencia? Algunos dirán que es porque son países del “primer mundo”. Pero hay algo que pocos mencionan: los impuestos allá no son necesariamente más altos que en el Perú. Lo que ocurre es simple —el dinero público lo usan como debe ser.
Hay mucho que mejorar aún.
Mientras tanto, si está en tus posibilidades y algún trabajador acreditado pasa por tu casa pidiendo apoyo, bríndales una mano. Todo suma. Y ellos, definitivamente, lo merecen.
¡Feliz 28 de julio y que viva el Perú! 🇵🇪
CRLuismël
27/07/2025 🇵🇪
Una reflexión adicional
Cuando una acción se repite, se vuelve costumbre; la costumbre se vuelve expectativa, y la expectativa, con el tiempo, puede tornarse en presión o incluso en abuso. Aun sin haber llegado a ese punto, creo que es importante no normalizar lo que no debería ser necesario.
Los impuestos y arbitrios municipales están justamente para cubrir estos gastos. Que los trabajadores tengan que salir a pedir una colecta me parece, en sí mismo, una señal preocupante.
Claro, si ya están en la calle, es difícil negarles algo. El trabajo que hacen es duro y merece nuestra empatía. Pero al mismo tiempo, también merecemos explicaciones claras de parte de las autoridades.
¿Mañana será el turno de policías, serenazgos, maestros o personal técnico del congreso pidiendo de puerta en puerta? Ojalá no lleguemos a eso.
CRLuismël
28/07/2025 🇵🇪

